Dehesa Las Cumbres, especialistas en producción y venta de ibéricos, presenta su nueva modalidad de emplatado sostenible de producto ibérico, junto con una amplia gama de más de 60 referencias de productos.
La compañía refuerza su compromiso por la búsqueda de alternativas sostenibles que permitan reducir la huella ambiental del envasado de sus productos de máxima calidad. Este nuevo diseño, único en el mercado, cuenta con una reducción del 90 % del plástico y es apto para presentaciones directas en mesa porque mantiene en todo momento la temperatura perfecta para su consumo.
Este formato ofrece a los restauradores un servicio rápido y eficiente, con un diseño exclusivo, que garantiza la mejor calidad del producto, sin afectar a su operatividad o suponer un gasto adicional para estos.
“Diseñar un emplatado sostenible para productos ibéricos no es solo cuestión de estética, sino de encontrar el equilibrio justo entre la presentación atractiva, preservación del producto y máximo respeto al medio ambiente. Estos tres aspectos son una muestra más de la alta calidad de los productos que ofrecemos” explican desde la compañía.
La excelencia del ibérico
El producto ibérico es sinónimo de excelencia gastronómica y representa uno de los pilares fundamentales de la identidad culinaria de España. Con su incomparable sabor y textura, ha conquistado paladares en todo el mundo. Esta tradición, muy arraigada en la península ibérica, no solo resalta la maestría artesanal en su elaboración, sino también la importancia económica y cultural que lleva atesorando en España desde hace generaciones.
En concreto, mueve en nuestro país en torno a 31.000 millones de euros anuales, lo que corresponde a un 28,4 % de todo el sector alimentario español. Además, España se ha convertido en el cuarto productor mundial de carne de porcino, con aproximadamente el 4,4 % de la producción global; y la Unión Europea, considerada en su conjunto, es el segundo productor mundial, con alrededor del 22,7 % del mercado global.
Antonio Caballero, jefe de ventas de Dehesa Las Cumbres, destaca que “la forma de criar ganado en España supera los estándares de producción internacionales, lo que hace que nuestros productos sean excepcionales y prácticamente únicos “.
La temperatura: clave en la calidad
La temperatura desempeña un papel fundamental en la preservación y calidad del producto ibérico. Desde su producción hasta su consumo final, mantener un control preciso de la temperatura es esencial para garantizar la frescura, textura y sabor óptimos de estos preciados alimentos. Es por ello por lo que, desde Dehesa Las Cumbres, destacan su sistema innovador que permite un termosellado en atmosfera controlada, que ofrece una caducidad de 90 días en temperatura de bodega, frente a los 0o a 5o del resto del mercado.
“El proceso de curación del producto ibérico se extiende, por un período de tres a cuatro años, lo que conlleva una inversión significativa que requiere una rigurosa atención en cada etapa, para garantizar su óptima conservación. Cada fase del proceso está sujeta a estrictos requisitos de temperatura, los cuales son indispensables para alcanzar la excelencia en un producto de tan alta calidad”, explica Caballero.