Eduardo Querol, vice chairman de Lecta, es el nuevo presidente de ASPAPEL, elegido por la Junta Directiva de la organización, que agrupa y representa a la industria de la celulosa y el papel en España. Así mismo, se nombra a Enrique de Yraolagoitia, director general del Grupo Saica, como vicepresidente de ASPAPEL. Eduardo Querol sucede en la presidencia de ASPAPEL a Elisabet Alier, presidenta de la papelera ALIER, y Enrique de Yraolagoitia sucede a Eduardo Querol como vicepresidente.
Eduardo Querol, ingeniero industrial por la ETSEIT y máster por el IESE Business School, es vice chairman de Lecta, grupo en el que ha desempeñado diversos cargos, habiendo sido CEO en los últimos diez años y hasta marzo 2022. Actualmente es también miembro de la Junta Asesora de Foment del Treball, y ha sido presidente de Two Sides/Print Power, de Aspapel (2013) y miembro de la Junta de EUROGRAPH y de CEPI.
Por otro lado, Enrique de Yraolagoitia es actualmente director general del Grupo Saica, cargo que ocupa desde 2021. Enrique es licenciado en económicas por la Universidad de Deusto, y ha desarrollado toda su carrera profesional en Grupo Saica. En 2011 fue nombrado director general de Saica Paper, la división de negocio de fabricación de papel para cartón ondulado; cargo que ocupó hasta 2019, fecha en la que fue nombrado deputy general manager del Grupo Saica hasta ocupar su posición actual.
ASPAPEL (Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón) es la organización profesional de ámbito estatal que agrupa a las empresas del sector de la celulosa y el papel. Las empresas asociadas suponen el 95% de la producción del sector. El objetivo de la asociación es contribuir al desarrollo competitivo y sostenible de la industria papelera española y a la promoción de la imagen del sector, sus empresas y productos.
El sector papelero español, con 79 fábricas, mantiene más de 16.700 puestos de trabajo directos, en su mayoría empleos fijos y cualificados. Tiene una gran capacidad exportadora (el 46% de su producción se destina a la exportación) y es una industria fuertemente inversora (en los cinco últimos años ha invertido 1.754 millones de euros). El sector es motor de una potente cadena de valor cuya aportación global (directa+indirecta+inducida) a la economía española se traduce en el 4,5% del PIB y el 18,5% del empleo industrial.