Eva Guadalupe, Socia y Directora Creativa Meteorito Estudio

5 de febrero de 2024

«Un buen diseño de packaging permite que el producto se venda por sí solo»

Meteorito es un estudio de diseño gráfico en Valencia. ¿Cuándo se creó y por qué?
Meteorito nace en 2013, liderado por su fundadora Eva Guadalupe a cargo de la dirección creativa y por Fede Reyna a cargo de la dirección estratégica y de proyectos.
Tras nuestro paso por agencias reconocidas a nivel nacional e internacional, emprendemos con ilusión un proyecto nuevo con el fin de abordar la gestión de proyectos de forma diferente a lo percibido a lo largo de nuestros años de trayectoria. Nuestro objetivo principal era centrarnos en una atención al cliente muy personalizada y teniendo en cuenta mucho el factor humano, dentro y fuera del estudio. Actuar con honestidad y transparencia en todo momento y priorizar siempre la calidad y la satisfacción de los clientes. Somos conscientes de que un porcentaje alto de nuestros encargos llegan por recomendación.
Hemos ido estableciendo una metodología de trabajo propia, con nuestros procesos y nuestras sesiones creativas internamente o participando con el cliente. Diseñamos con mimo e implicación hasta en la producción, somos obsesos de los acabados.
Podría decirse que, a día de hoy, Meteorito es una boutique de diseño en lugar de la agencia al uso.

¿Están especializados en alguna área en concreto? ¿Cuál es la misión del estudio?
Empezamos abarcando muchas áreas y desarrollando proyectos muy gratificantes pero también modestos. Con una evolución natural, hemos ido reduciendo nuestros servicios a lo que realmente nos diferencia y hemos logrado posicionarnos a nivel nacional como un estudio especializado en diseño de packaging, consultoría y diseño de marca. Además, tenemos una dilatada experiencia en creación de naming. Nos ha ayudado recibir premios nacionales e internacionales del sector porque nos han ido otorgando reconocimiento y confianza de cara a trabajar para marcas más grandes.
Nos caracteriza nuestra atracción por los retos, investigar, innovar y atrevernos con nuevos registros en busca de la diferenciación. Haciendo alusión a nuestro nombre, nuestra misión es hacer que las marcas tengan una dirección y un objetivo bien definidos y brillen con luz propia. Porque solo así podrán generar impacto, dejar huella y ser memorables. De la misma manera que haría un meteorito.

¿Para qué sectores trabajan? ¿Es muy diferente crear un proyecto para alimentación o farmacia?
Trabajamos para sectores muy variados pero con un fuerte peso del de la alimentación, ya sea gourmet, de pequeño o gran consumo. Para el sector bebidas, como bodegas, refrescos o licores. También hemos realizado muchos proyectos para marcas de cosmética convencional, natural o farmacéutica.
Realmente, crear un proyecto para alimentación o para farmacia tiene muchos requisitos en común pero también hay claras diferencias. Y si se juntan ambos casos en un solo encargo la dificultad se multiplica. Hablo de un producto de venta en farmacia que se consuma por vía oral, ya que la información legal y el cumplimiento de normativas es más complicada.
Entre los puntos en común, figuran objetivos genéricos como la diferenciación en lineales y la correcta jerarquía de la información. Pero en el mundo farmacéutico el packaging es un espacio decisivo para describir las propiedades o instrucciones del producto. En este caso es requisito indispensable porque el consumidor no estará tan familiarizado con el producto, por ello es muy importante que la información que se aporte sea muy clara y efectiva. Un condicionante fuerte es el nivel de exigencia por parte de un consumidor que busca y espera una eficacia y unos resultados; por lo tanto, con el diseño tenemos que abrir esa puerta de confianza y luego el producto hará el resto, evidentemente. Ese reto de atraer y de informar bien es mayor si tenemos en cuenta que cada vez tiene más peso la venta electrónica (en los productos que se pueden comprar sin receta), que no van a tener un prescriptor que lo recomiende.
Otra diferencia es el nivel creativo. En alimentación hay que ir a por todas pero en el sector farmacéutico debemos ponerle ciertos límites a la creatividad. A la hora de diseñar no podemos olvidar que estamos ante un producto de laboratorio, con unas funciones muy concretas y específicas. Evidentemente, no significa que nos quedemos en un diseño totalmente blanco, pero debemos actuar con delicadeza, ya que los cánones visuales están más marcados.

Con la feroz competencia que existe en el lineal, ¿es mejor impactar que transmitir la filosofía de la marca? ¿O ambas cosas no pueden separarse?
Ambas cosas deben ir de la mano. Siempre debemos diseñar teniendo muy en cuenta los valores y el ADN de la marca porque sino no habría coherencia y podría ser confuso, generando una posible desconfianza por parte del consumidor. El impacto es muy importante en la compra por impulso, pero no olvidemos que un producto se seguirá vendiendo si la marca es coherente con sus principios y tiene en cuenta la calidad y la honestidad de sus productos, ya que el mercado está repleto de marcas que seguro no van a fallar y van a ser claras alternativas de compra.
En conclusión, tener un diseño impactante es vital si se busca reconocimiento y diferenciación en un mercado saturado de oferta, pero siempre teniendo en cuenta los valores de la marca.

El auge del comercio online, ¿ha cambiado la manera de diseñar? Es decir, ¿es imprescindible tener en cuenta que el producto se venderá también por internet?
Como ya he comentado anteriormente, en la venta online la imagen coge aún más relevancia. Entran en juego otros niveles de decisión; además de las características del producto, el nivel de seducción visual entra en juego y, frente a una decisión de compra entre productos de características similares, el diseño será decisivo para decantarse por uno u otro. Aquí, el factor emocional también es un arma importante para conectar y establecer un vínculo con el consumidor a través de la comunicación.
Algo muy importante en la compra electrónica es el «unboxing», la experiencia que ofrecemos al desempaquetar y al abrir el producto, pudiendo crear así vínculos emocionales con el consumidor y afianzarlo.

El uso del color, de la tipografía y de la ilustración son algunas de las “armas” del diseñador. ¿Todas son igual de prioritarias? ¿O depende de la marca y el tipo de producto?
Será el conjunto de todas ellas, su correcto uso y su armonía lo que harán que un diseño sea efectivo y acorde a la filosofía de la marca. Evidentemente, el tono de comunicación, el público al que va dirigido y tantos otros requisitos o necesidades marcadas en el brief serán lo que marcará una dirección hacia un estilo u otro, más sencillo o más recargado, un cromatismo concreto o la decisión de crear un diseño con el recurso gráfico más acorde, ya sea ilustrado o sin ilustrar.

¿Qué caracteriza a un buen diseño de packaging?
Un buen diseño de packaging es el que permite que el producto se venda por sí solo. El que, además de seducir, no tenga que explicarse o no necesite reforzarse con comunicación. De por sí, el packaging es un soporte muy poderoso para comunicar y debemos aprovecharlo al máximo.
Un buen diseño es el que, además de diferenciación, aporta la información necesaria del producto para su comprensión inmediata. El tiempo de decisión de compra en un lineal es muy reducido, así que el producto que defina claramente qué es y cuáles son sus virtudes tendrá mucho ganado.
Un buen diseño es el que, además de tener un buen acabado y estar bien producido, ofrece una experiencia de compra. Estamos hablando de tener «storytelling» o contar una historia que ofrezca algo. No estamos hablando de redactar textos simplemente, sino de involucrar al consumidor conectando emocionalmente.
Un buen diseño de packaging es el que se idea teniendo en cuenta factores como la rentabilidad, el ahorro o el que reduce el impacto medioambiental.
Si, además de todo lo mencionado, el diseño es estéticamente bonito, ya no se puede pedir más.

¿Un mal diseño puede llevar al fracaso de un producto?
Sí, por supuesto. Si el diseño es bueno y el producto es de calidad tiene mucho ganado para tener éxito de ventas. Si el diseño es bueno pero las características del producto no están a la altura, el diseño ayudará en la compra por impulso pero el consumidor defraudado no lo volverá a comprar. Un factor importante en la venta será el precio establecido, si no es coherente con lo que ofrece el producto, aunque el diseño sea muy seductor, no será suficiente para muchos bolsillos.
Un diseño mal formulado que no esté a la altura de la calidad del producto o mal ejecutado en cuanto a la funcionalidad, el uso o la forma de consumirlo puede afectar seriamente al volumen de las ventas, repercutiendo negativamente en la percepción del cliente.

Estamos rodeados de diseño, desde el mobiliario urbano a la ropa que llevamos. ¿Cree que el diseño es importante para tener calidad de vida?
El diseño siempre está formulado con el fin de responder a unas necesidades y de ofrecer una practicidad o utilidad. Así que, evidentemente, es importante para hacernos la vida más fácil, más cómoda, más estética y mejor en todos los sentidos.

¿Tienen en cuenta criterios de ecodiseño a la hora de iniciar un nuevo proyecto?
Sí y es un requisito que cada vez coge más peso dada la dirección del mercado a ser más sostenible y a tendencias como la economía circular para intentar ser más eficientes, reducir impacto medioambiental y los residuos generados.
Cuando planteamos soluciones para un packaging, en la medida de las posibilidades que tengamos, siempre tenemos en cuenta que sea lo más ecológico posible, buscando materiales reciclables y reciclados y proponiendo alternativas que sean sostenibles y eficientes en su proceso de producción. Nos interesa el reto de reducir o simplificar la producción o el número de embalajes necesarios para la venta o distribución de los productos.

¿Qué importancia conceden a los materiales?
Toda. Por ser unos obsesos de los acabados, ponemos mucho énfasis en la búsqueda de papeles y materiales de calidad, que transmitan los valores de la marca y del producto. Y ofreciendo alternativas más ecológicas, reduciendo el uso de materiales contaminantes.
Los materiales tienen que ser acordes con el diseño porque dependerá mucho de ellos la apariencia final.

Háblenos de dos proyectos suyos.
Uno de nuestros proyectos más recientes, que nos está dando muchas alegrías, es Tomatier de Nijasol, un packaging de tomates cherry en rama de edición exclusiva para Carrefour. Un proyecto completo que va desde la creación del naming, diseño de marca y packaging.
Nuestra propuesta fue una caja que elevase a categoría premium el producto y que se diferenciara en el lineal, resaltando los valores de calidad. Se compone de una bandeja extraible y una faja con ventana troquelada para apreciar el producto. El reclamo principal es una ilustración hecha a mano con estilo de grabado, de una rama de tomates que completa las formas de los tomates que se muestran a través de la ventana. Un diseño con estilo craft o artesano para resaltar el carácter natural del producto y su proceso de recolección totalmente manual. La bandeja actúa como recipiente en la que se recogen los tomates directamente de la propia mata.
Se ha tenido en cuenta el impacto medioambiental, prescindiendo de bandejas y envoltorios de plástico o pvc.
Afortunadamente, es un diseño que ha superado con creces sus expectativas de venta. Y en vistas de los resultados, actualmente, estamos desarrollando nuevos formatos o extensiones de gama.

El packaging de Biscotti Amaretti es muy distinto…
Sí, el packaging de Biscotti Amaretti, de Chiostro di Saronno para El Corte Inglés, es un proyecto totalmente diferente y recién salido del horno. Una lata de galletas elaboradas con pasta de almendra por esta compañía de repostería italiana especializada en la producción de dulces, panettones y licores desde 1847.
El encargo consistió en crear un diseño de estilo clásico que fuese acorde con la imagen artesana y tradicional de Chiostro di Saronno, que trasmitiese la alta calidad de su producto.
La ilustración realizada a mano interpreta, con multitud de detalles y simbolismos, varias historias sobre nuestro firmamento, con astros y planetas personificados como Mercurio, Marte, Venus, la Luna, el Sol, la Aurora Boreal o el Arco Iris. Todos ellos amparados por Júpiter y Juno, dioses y reyes del universo y de los cielos que figuran en el friso de piedra que rodea la lata por la parte superior. A medida que giramos la lata, podemos ver la transición cromática desde el amanecer hasta el anochecer. El comienzo del alba representado por Aurora, diosa del amanecer que vuela con caballos alados a través del cielo para anunciar la llegada del astro Sol montado en su carro dorado. Pasando por Marte, el dios de la guerra, y por Venus, la diosa del amor con el lucero del Alba, representando la belleza del atardecer junto a sus querubines. Hasta llegar a Luna, diosa de la caza que, acompañada por su fiel ciervo, trae la noche estrellada. Y acabar con Mercurio, el mensajero de los dioses que se adentra en la noche profunda. La lata se corona por una tapa que muestra las constelaciones del zodiaco.
En cuanto a los acabados, hay reservas de tinta para dejar ver zonas doradas del metal y multitud de volúmenes en la tipografía, los personajes, frisos y cornisas.
El resultado es una lata de colección que, con toques de fantasía, cuenta historias mitológicas que aportan magia al momento de consumo, con la finalidad de que el consumidor la conserve en sus hogares dándole un segundo uso.

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